(Beste artikulu interesgarri bat Reyes Illintxetarena. Erne jartzen gaitu: ez da gutxiagorako)
Siempre es bueno tener información sobre aquellos que se encargan, precisamente, de tenernos informados. Sin duda es interesante saber quiénes están detrás de los medios de comunicación y por qué actúan como lo hacen. Sin embargo últimamente la presencia constante de radios, teles y periódicos en las páginas de actualidad es, más bien, preocupante.
Ayer bajó la persiana Canal 4 después de 18 años de emisión, y con su cuerpo todavía caliente conocimos cómo queda el reparto de las jugosas subvenciones de este año del Gobierno de Navarra para las televisiones locales. Perdón, para dos de las televisiones locales: Canal 6 y Popular TV. La primera se lleva 1,66 millones de euros y la segunda, 340.000.
Mañana por la mañana otra emisora de televisión, Xaloa, acudirá de nuevo al Parlamento navarro para volver a explicar una vez más que empezaron a trabajar hace 15 años, que emiten en euskera para Baztan, Bertizarana y Malerreka y que como en el reparto de licencias de TDT de 2004 los dejaron de un plumazo al margen de la legalidad, se encuentran en una situación más que complicada.
Quien sabe también lo que es sobrevivir a pesar de todo tipo de zancadillas legales, económicas y judiciales es la emisora de radio pamplonesa Euskalerria Irratia. En otoño cumplirá un cuarto de siglo. De momento lo empieza a celebrar con la puesta en marcha de una potente página web, dinámica y moderna,y se prepara, al mismo tiempo, para competir una vez más, por una de las licencias que se van a repartir como anuncia el Boletín Oficial de hoy.
Esta vez son 44 licencias. De ellas solo dos para Pamplona. La emisora pamplonesa no lo tiene fácil porque su principal activo, lo que la hace diferente y necesaria es que oferta su labor comunicativa en euskera, y esto es, precisamente, lo que menos se va a valorar en este concurso: 5 puntos sobre 100. Aún así las esperanzas son enormes porque para conseguir los otros 95 no le faltan calidad, profesionalidad ni solvencia.
