A principios de junio se cumplirán 15 años desde que vio la luz el primer número de la revista Ze Berri? En la portada aparecía el retrato de una niña de cuatro añitos, alumna de la Ikastola Hegoalde. Desde entonces se han publicado 88 números de esta revista sencilla, pero muy interesante por muchos motivos. El primero de ellos, sin duda, es su objetivo: intentar llevar información sobre el euskera a toda la población, especialmente a esa parte de la ciudadanía que no tiene contacto directo con esta lengua y que desconoce tanto su pasado como su presente. Es cierto que castellanohablantes y bilingües vivimos juntos, e incluso revueltos, pero es evidente también que existe en torno al euskera y la cultura vasca, ya no sólo falta de conocimiento y, por tanto de interés, sino también un buen número de prejuicios y algunos tabúes. El resultado es que hay cientos de cuestiones, cotidianas y básicas para los euskaldunes, relacionadas con su contexto cultural, con la literatura, la música y la historia, por ejemplo, que prácticamente ni existen para la mayor parte de la población.
Esta humilde revista, que cada dos meses se cuela en los buzones junto a los folletos de supermercados y pizzerías, lleva a cabo una enorme labor de información y sensibilización. Seguramente algunos de los casi 70.000 ejemplares que componen su tirada irán directamente del buzón a la papelera, pero no cabe duda de que es un instrumento válido y atractivo para ir deshaciendo, poco a poco, paso a paso, esas murallas invisibles e intangibles que hay entre nosotros.
Zorionak, Ze Berri? Zorionak a las 34 entidades locales, entre las que se encuentran ayuntamientos, incluido el de Pamplona, juntas de valles y mancomunidades, que son los promotores e impulsores de este trabajo en común. Y zorionak a todos y todas los técnicos y profesionales implicados directamente en la elaboración de la revista.
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